EL LEGADO CULINARIO DE ELIZABETH TAYLOR A TRAVÉS DE SU CHEF PERSONAL
Elizabeth Taylor, reconocida como una de las actrices más icónicas de Hollywood, no solo deslumbraba en la pantalla grande, sino que también era famosa por sus espectaculares cenas y reuniones en su hogar. Neil Zevnik, quien fue su chef personal de 1991 a 1999, comparte anécdotas fascinantes de sus años al servicio de Taylor, revelando cómo combinaba su amor por la comida con la hospitalidad digna de una estrella.
CENAS DE ACCIÓN DE GRACIAS INOLVIDABLES
Las cenas de Acción de Gracias en la mansión de Taylor, ubicada en Bel Air, California, eran eventos grandiosos. Zevnik recuerda que, para estas ocasiones especiales, la casa se transformaba por completo. Muebles eran retirados y mesas de banquete eran instaladas en un cuadrado, creando un ambiente festivo y acogedor.
“Literalmente me quitaba los zapatos y tenía que pararme sobre la mesa para decorar”, cuenta Zevnik. Las elaboradas mesas estaban adornadas con flores, velas y detalles únicos que hacían de cada cena un evento memorable. A menudo, Taylor prefería que todos los invitados se sentaran a la misma mesa, incluyendo a celebridades y no celebridades por igual.
UN MENÚ TRADICIONAL CON UN TOQUE PERSONAL
El menú de Acción de Gracias era un verdadero festín. Platillos tradicionales como pavo, puré de patatas y cazuela de boniato formaban parte de la oferta. Sin embargo, Zevnik reveló que a Taylor le encantaba la mermelada de arándanos enlatada, cortada en rodajas, y aseguraba que las alitas de pavo tuvieran que ser crujientes y perfectamente sazonadas. “Quería muchas y demasiada salsa”, recuerda con una sonrisa.
Las fiestas eran especiales, pero los días normales no eran menos interesantes. Cuando no había eventos en su hogar, el menú era más informal. Taylor solía preguntar a Zevnik qué había para comer cada día, optando por platos que iban desde lo crujiente hasta lo cremoso. “Siempre había algo que preparar”, afirma.
UNA CHEF DISFRUTANDO DE LA VIDA
Taylor era una amante de la comida, y también disfrutaba mucho de los dulces. Zevnik revela que tenía un refrigerador en su habitación lleno de caramelos, una debilidad que compartía con su chef. Aunque estaba abierta a probar nuevas cocinas, la comida británica, como el rosbif y el pudín de Yorkshire, siempre tuvo un lugar especial en su corazón.
Zevnik también destaca que, a pesar de su fama, Elizabeth era una persona extremadamente generosa y leal. “Era de las personas más leales que he conocido”, dice, citando su defensa del SIDA en la década de 1980 y la creación de la Fundación Elizabeth Taylor contra el SIDA como ejemplos de su compromiso por ayudar a los demás.
UN LEGADO QUE CONTINÚA INSPIRANDO
A pesar de que Zevnik ha trabajado con otras estrellas como Reese Witherspoon y Jennifer Garner, los años que pasó con Elizabeth Taylor son los que más lo inspiran. Su enfoque hacia la vida, su generosidad y pasión por la comida están presentes en cada plato que prepara, manteniendo viva la esencia de la icónica actriz.
Al recordar esos días, Zevnik comparte una historia final sobre cómo Taylor respondía amablemente cuando no le gustaba un platillo. “Decía amablemente: ‘No creo que volvamos a hacer eso'”. Esto muestra tanto su carácter como su amor por los buenos momentos en la mesa.
¿QUÉ OPINAS DE ESTAS HISTORIAS INSPIRADORAS?
Las historias de Elizabeth Taylor, su pasión por la comida y su espíritu generoso nos recuerdan que más allá de la fama, lo que realmente importa son las conexiones humanas y el cariño compartido alrededor de una mesa. Si te gustaría seguir leyendo sobre más historias fascinantes como esta, no dudes en seguir nuestra página en Facebook y visitar nuestra web de NOTITEL.
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