La comida es importante. No es necesario recurrir a la opinión de los médicos para comprobar si es un hecho. Nadie está a salvo de sus efectos, ni siquiera la realeza. Ya sean positivas o adversas, las consecuencias de comer mejor o peor van mucho más allá de ganar o perder unos cuantos kilos. Es cuestión de centrarse en cuidarse y esto es algo que doña Letizia (51 años) siempre ha tenido muy claro. Después de todo, mantener una dieta equilibrada es esencial para desarrollar una buena salud como la suya. Una práctica que va de la mano de estar en forma y llevar un estilo de vida saludable. Precisamente, estas son dos de las ideas que más preocupan a la Reina, y no dudó en transmitirlas a sus hijas.
Tanto la Princesa Leonor (18 años) como la Infanta Sofía (17 años) aprendieron buenas prácticas alimentarias de su madre. Desde que dio a luz, una de las máximas de la consorte de Felipe VI (56 años) es que los pequeños de la casa incorporen dinámicas saludables a su día a día. Sobre todo, de cara al futuro, cuando ya no podrá hacerse con los platos que prueban la heredera y su hermana menor. De hecho, ese momento ya ha llegado. Estamos en 2024 y ya pasó la época en la que Letizia tenía el poder de decidir sus menús.
La 'nueva dieta' de la infanta Sofía durante su estancia en Gales
Y la Reina no dudó en interferir en la comida que consumían cuando estudiaban en el colegio Santa María de los Rosales de Madrid. A partir de las solicitudes logró promover el consumo de verduras, frutas, pescado, pollo asado y legumbres entre los alumnos del centro. Sin embargo, ahora su capacidad de acción es mucho más limitada. Control in situ, también por motivos de distancia. Las chicas volaron el nido. Por lo menos temporalmente. Y es que mientras la Princesa de Asturias está inmersa en su formación militar y vive en la Academia General Militar de Zaragoza, su hermana menor también abandonó durante un tiempo el Pabellón del Príncipe.
Concretamente, y como bien saben los más observadores de la Corona, la menor de las hijas del Rey vive desde hace meses en el UWC Atlantic College, en Gales, el mismo internado donde Leonor estudió el Bachillerato Internacional. Ahora es ella quien se desplazó hasta allí, y las comidas que el centro ofrece a los alumnos vuelven a ser un tema de interés. Afortunadamente, y para alegría de Letizia, el propio colegio hace saber que el menú que ofrece el internado es muy variado e incluye tres tipos de comida que pueden incluir -con sus matices, claro- la famosa dieta de la Reina.
Casa de Su Majestad el Rey
Es el caso de las frutas y verduras, una apuesta asegurada en cualquier organización de alimentación que preste especial atención a lo 'saludable'. El verde de las verduras no podía faltar en el comedor de este instituto privado. Algo que también ocurre con la carne y el pescado, la proteína necesaria para completar muchas de las preparaciones, que también suele ser de buena calidad para el deleite de los internos. También las legumbres o las batatas en cuanto a fuente de hidratos de carbono. Esto también está extraído del contenido publicado por un estudiante del centro, quien de 2020 a 2022 compartió diariamente los platos disponibles en la cafetería. Todo tipo de alimentos, desde rollitos de garbanzos con tomates cherry, hasta revuelto de brócoli con champiñones, pasando por judías verdes y arroz. Diversidad garantizada.
La parte menos amigable para Letizia del menú de Sofía en Gales
Además, no es arbitrario referirse a la diversidad en este caso, ya que es un concepto arraigado en la filosofía de los internados. No sólo en la comida, sino también en la gente que estudia allí, ya que muchos, como Sofía, son estudiantes internacionales. La gente viene de innumerables partes del mundo, por lo que este menú bien estudiado también debe tener en cuenta esta singularidad. No hace falta centrarse únicamente en los fritos que caracterizan la cocina británica, aunque eso también tiene su lugar. El icónico 'fish and chips' debe estar ahí, para disgusto de Letizia. Pero también se incluyen alimentos de muchas otras partes del mundo. Tacos, pastas y hasta panes pita con hummus. La pluralidad trasladada a la mesa, para sentirse cerca de casa a pesar de estar a kilómetros de distancia.
GTRES
En cualquier caso, y aunque no hay una referencia expresa a la propia comida española, también hay espacio para ella. La cuestión es que para que esto suceda es necesario hacer referencia a las jornadas festivas y eventos que se organizan dentro del complejo. Noches temáticas y otras tantas celebraciones en las que la rigidez sanitaria se desplaza para dar paso a ocasionales homenajes. Porque además de pensar en una tortilla de patatas, lo mejor es que los alumnos dejen hueco para el postre. Pasteles coloridos, helados, galletas de mantequilla, gofres e incluso brownies. Un festín completo con el protagonista: el azúcar. Prohibida la sacarosa en palacio, impensable en la Zarzuela. El gran enemigo de la Reina, que podría ser incluso su cuñado. Roscón del día de Reyes y poco más… Hasta ahora. Camino libre para la infanta. Letizia no mira.