En este mundo hay dos tipos de personas: las que reconocen a "Billie Jean" en los primeros segundos y las que saben todo lo relacionado con "Purple Rain". Así, hay quienes aman a Michael Jackson y quienes adoran a Prince, dos de los mayores íconos musicales de la historia de la música, ya fallecidos, pero que aún son escuchados por millones cada año que pasa.
Durante la década de 1980, las escandalosas guitarras de Prince y los fascinantes bailes de Jackson chocaron en una rivalidad que marcó un capítulo histórico en la cultura pop. A pesar de la sutileza con la que gestionaron públicamente su relación, las disputas entre ambos artistas fueron intensas y derivaron en una constante competencia por superarse.
¿Pero fue una guerra declarada desde el primer momento o todo empezó a través de la prensa?
En 1983, mientras Michael Jackson disfrutaba del éxito de "Thriller", Prince estaba en la cúspide de la fama mundial con canciones como "1999" y "Little Red Corvette". Comenzaron a circular rumores sobre una rivalidad entre ambos. En un espectáculo, la leyenda del funk James Brown, que influyó mucho en ambos artistas, invitó a este último al escenario para demostrar sus habilidades vocales y de baile. Michael no decepcionó, deslumbrando al público con sus movimientos icónicos, incluido el famoso Moonwalk.
El productor Quincy Jones dice que, después de su actuación, Michael susurró una provocación al oído de James Brown: "Llama a Prince para que suba. “Te reto a que me sigas”. Luego de un breve intercambio, Brown finalmente anunció la participación de Prince, quien luego de subir al escenario realizó una actuación que buscó imitar a Jimi Hendrix, mostrando sus habilidades con la guitarra, bailando y cantando con el pecho al descubierto.
Pero lo que empezó como una actuación legendaria acabó en un vergonzoso accidente. Y su salida del escenario estuvo marcada por una linterna que lo hizo caer entre el público. El artista quiso sujetar el objeto, pero acabó cayendo espectacularmente. Esto hizo que el número musical no terminara de la mejor manera.
El incidente no le cayó bien a Prince. El portal Mirror reveló que Michael Jackson hizo comentarios burlones sobre la actuación de Prince, calificándola de vergonzosa y afirmando que Prince se había convertido en una verdadera burla: "Se puso en ridículo. Era una broma… La gente corría y gritaba. Me sentí muy avergonzado. Estaba todo en vídeo", supuestamente dijo Michael en cintas grabadas en secreto.
El episodio no terminó ahí. Circula un rumor, nuevamente apoyado por el productor Quincy Jones, de que un Prince humillado esperaba a Michael en una limusina afuera del recinto con la intención de atropellarlo. Aunque no se ha confirmado si Prince llevó a cabo su plan, esta historia, contada en una entrevista por Jones, se ha convertido en parte del folklore de la rivalidad entre las dos estrellas del pop.
"Esperó en la limusina para intentar atropellarlo a él, a La Toya y a su madre. Él lo sabía. Michael lo sabía. Él estaba ahí. Dijo que esa era su intención", dijo Jones en una entrevista con GQ.
La noche del 28 de enero de 1985, Lionel Richie intentó, sin éxito, convencer a Prince para que participara en la grabación de "We Are The World", un sencillo benéfico destinado a recaudar fondos para las víctimas de la hambruna en Etiopía. La conversación telefónica entre Richie y Prince tuvo lugar después de que ambos asistieran a los American Music Awards, y Richie enfatizó que no había ninguna razón para que Prince no viniera al estudio A&M en Hollywood.
A pesar de los esfuerzos, Prince se negó a participar debido a su carácter introvertido y su aversión a compartir espacio con otros artistas destacados. Pero, como sugiere The Big Night of Pop, el motivo principal fue el rechazo del single, que había sido coescrito por su rival, Michael Jackson. Lo máximo que pudo hacer 'Purple King' fue tocar un solo de guitarra, algo que el productor Quincy Jones descartó por completo.
En el verano de 1986, se presentó otra oportunidad casi única para que Jackson y Prince colaboraran en la canción “Bad”. Esta vez, el propio Michael quería el dúo, por lo que Quincy Jones orquestó una reunión secreta. A pesar del interés inicial de Prince en colaborar, su entusiasmo se vio empañado por varios elementos, sobre todo la percepción de que el proyecto podría representarlo como inferior. Además, tras recibir una demo de la canción, Prince decidió volver a grabar casi todo el material y devolvérselo a Michael, gesto que no fue bien recibido.
El proyecto se amplió a un cortometraje y un vídeo musical dirigido nada menos que por Martin Scorsese. Prince dijo más tarde en una entrevista con el comediante Chris Rock que interpretaría a un personaje que luego resultó ser Wesley Snipes (protagonista de "Blade"), y que está legítimamente derrotado al final del video. “La primera línea de esa canción es 'Tu culo es mío'”, explicó Prince. “Ahora dije: '¿Quién le va a cantar esto a quién?' Porque estoy seguro de que no cantarás para mí. Y no voy a cantar para ti… Entonces ahí tenemos un problema", explicó.
Durante la década de 1980, marcada por el auge de MTV, Michael y Prince alcanzaron un estatus icónico en el mundo de la música pop, convirtiéndose en dos de las figuras más destacadas que la industria había visto hasta la fecha. Además de su indiscutible éxito comercial, ambos artistas desempeñaron un papel crucial en la promoción del talento afroamericano en un mercado dominado por artistas blancos.
A través de su innovación y talento excepcional, ambos lograron transformar la música pop, entregando entre ellos un total de 30 éxitos que alcanzaron el top diez de las listas de popularidad, incluidos 13 sencillos que alcanzaron el número uno.
A su vez, Michael Jackson convirtió el disco "Thriller" en el disco más vendido de todos los tiempos, revolucionando la industria con sus vídeos musicales. Mientras tanto, con "Purple Rain", Prince logró un hito al convertirse en el primer artista desde los Beatles en tener simultáneamente un álbum, un sencillo y una película número uno en las listas.
Michael Jackson murió el 25 de junio de 2009 por intoxicación aguda por propofol y benzodiazepinas. Prince murió el 21 de abril de 2016 por una sobredosis del analgésico fentanilo. Tras sus dos muertes, los íconos del pop dejaron un legado musical que ha influido en muchos artistas actuales.
