10 minutos con Emilia Claudeville: “Si estuviera demasiado tapada en televisión me pedirían más piel”


10 Minutos – Emilia Claudevielle y las presiones del aspecto físico en la televisión

Emilia Claudeville es actriz, modelo y bailarina. Desde muy joven inició su carrera en las pasarelas y destacó en los medios. Se hizo popular como locutor del programa Duro de Domar, pero luego de varios años decidió volver a sus raíces: la interpretación.

Participó en las series Frágiles y Limbo, se destacó en la película 30 noches con mi ex y actualmente forma parte de la obra Reverso, una comedia dramática anclada en el metaverso que cuestiona cuándo una mentira es cierta.

Emilia forma parte del talentoso elenco junto a Carla Peterson, Marco Antonio Caponi, Nicolás García Hume, Diego Cremonesi y Juan Isola, bajo la dirección de Matías Feldman, quien también es su pareja.

Emília y sus compañeros de escena, en la obra Reverso, estrenada en marzo. (@milaclaudeville)

Belén: — ¿Cómo estás viviendo esta experiencia Reverso? La reseña dice que estás brillando.

Emília: — Quizás sea la alegría del entusiasmo que esto me genera. El trabajo es muy bueno. Mis colegas y yo estamos muy contentos con el rumbo que está tomando el trabajo. La experiencia de hacer teatro en el circuito comercial, en mi caso es la primera vez que estoy en este formato, entonces lidiar y salir a tocar con un público enorme porque son alrededor de 400 personas todas las noches y con material que Me encantó y en lo personal es un material que me fascina, que me conmovió desde el principio por la temática, el reto de actuar, sobre todo. Es difícil explicar de dónde o de qué se trata, pero puedo decir que como actriz tengo todos los dispositivos y juguetes para salir a darlo todo; y esta es una gran oportunidad que se agradece mucho.

Belén: — ¿Por qué decidiste pasar de la televisión al teatro?

Emília: — El cambio quizás no fue tan claro como decir: "Dejo esto para hacer otra cosa". Pero hubo algo en los últimos años cuando estaba haciendo Hard to Tame, hubo algo que empezó a desgastarme más que a alimentarme y tiene que ver con que mi formación tiene que ver con la actuación, con baile. No estudié periodismo. Llevaba cuatro años ejerciendo un trabajo que tenía que ver con el periodismo. Estuve en Duro de Taming, en CN23, o sea, fueron apareciendo cosas que estaban buenísimas porque tenían más que ver, quizás, con mi faceta de mujer curiosa que quiere hablar, que le gusta preguntar, que quizás trabaja bien. en cámara también… entonces había algo de eso, pero mis antecedentes, mis estudios, mis estudios, mis intereses, mis lecturas, mis amigos, estaban en otra parte, estaban en el teatro. Entonces, estos últimos años de Duro fueron muy fundamentales en decir: "aquí termino" y era o doblar la apuesta y me hago cargo y asumo un programa y acepto algunas de las propuestas de acomodo que estaban viviendo. más de ese lado o yo soy responsable, quizás, de lo que más me asustó, que fue esta decisión de comprometerme a vivir de la actuación, con todo lo que eso implica en este país y el momento era muy claro. Le dije: "Le voy a dar a la actriz la oportunidad de crecer, sin hacer nada más mientras tanto".

"Me sentí muy desprotegida por ser parte de un sistema que no me protegía", confesó Emilia. (Adrián Escandar)

Belén: — Dijiste que en Duro de Domar sufriste acoso

Emília: — Sí, los últimos años con (Roberto) Pettinato.

Belén: —¿Sientes que esta experiencia te alejó de este papel en la televisión?

Emília: — Sí, claro. No puedo echarle el 100% de responsabilidad a esto porque también me parece injusto con las otras cosas que me estaban pasando y es real, no es discursivo. Esto definitivamente ayudó, pero no mi experiencia con eso. De hecho me pasa que cuando me preguntan sobre el tema no es que me cueste hablar porque no quiero hablar del tema, sino que lo que pasa es que me encontré muy desprotegida, parte de un sistema, un mecanismo que me sentí como si no estuviera protegido, protegido, respaldado y celebrado este tipo de comportamiento. Y fue como, porque era mujer, porque era niña, porque me parecía a mí misma, no tenía más remedio que lidiar con eso. Y en su momento lo acepté e hice lo que pude, pero la tensión que tenía sobre mis compañeros era mucho mayor. Entonces tomé conciencia de lo que estaba implicando para mí el desgaste de afrontarlo en el día a día, además de trabajar…

"En Duro de Domar yo tenía que usar vestido y tacones altos en cada programa, mientras mis compañeros usaban suéteres y zapatillas", recordó la actriz. (Adrián Escandar)

Belén: —¿A qué te refieres con desgaste?

Emília: — La tensión en comparación con mis compañeros fue mucho mayor. Mis compañeros tuvieron que ir, repasar los temas, tomar notas, conversar y hacer un buen programa. Tenía que hacer esto y tener cuidado de que este tipo no me abrumara o me hiciera algo desagradable. A eso me refiero, otro desgaste. Yo tenía 25, 26 años, lo que quería era conservar mi trabajo, que me costó mucho trabajo quedarme, crecer, crear mi identidad ahí también y no ser algo ligero y pasajero, entonces quería defender esto.

Belén: —¿Tienes constancia de la primera vez que sentiste que lo que estabas viviendo no era parte de tu trabajo? El momento en que se estaba cruzando un límite.

Emília: — Sí, claro. Sí, pero prefiero no ir allí. Pero está muy claro, está muy claro. No tiene que ser una violación para sentir una violencia tan directa y violenta.

Emília con su cabello rubio, en el avance del programa de televisión.

Belén: — En los últimos años has cambiado tu apariencia, tu mirada, ¿eso tuvo que ver con eso y el cambio de rumbo que decidiste tomar?

Emília: — No, no lo sé. Entonces creo que tiene más que ver con mis Acuario y que si quiero hacer algo conmigo mismo, lo hago. No tiene nada que ver con mi apariencia o estilo, yo era rubia desde que trabajaba como modelo y también tenía algo más deslumbrante. Sí, hay algo en que tiene que parecer más grande que en el programa. Un poco porque me lo pidieron y un poco porque también era una forma de estar más plantado, de ser más escuchado o respetado, en ese momento sentí que estaba dando más, pretendiendo algo.

Belén: — ¿Hay más presión estética en la televisión que en el teatro?

Emília: — Sí, al menos en mi experiencia, sí. Tenía que usar vestido y tacones altos en todos los programas con aire acondicionado a -20 grados y mis colegas usaban suéteres y zapatillas de deporte.

Belén: — ¿La forma que tenías de vestir era una condición?

Emília: — Sí, obviamente. Y si estás demasiado cubierto, te dicen: “Necesitamos piel”. No me victimizo demasiado porque también era el papel que estaba haciendo, estaba haciendo el papel de la femme, la chica bonita del panel y entendí que ese era mi juego y durante el corte me cubrí con una frazada. Es una experiencia que también tengo muchas cosas maravillosas que contar y es lo que me formó, conocí gente maravillosa. Duro también fue para mí un escaparate espectacular, por eso los directores empezaron a llamarme para rodar. Yo también era consciente de ello y dije: "Está bien, este es un buen lugar para estar y presumir". Pero el teatro no tiene nada que ver con eso. Ahora estoy jugando un juego completamente diferente; y lo llamo juego con toda la seriedad que eso implica para mí. Estoy haciendo teatro e implementando toda mi formación, mis herramientas, que están al servicio de este trabajo y tengo muchas ganas de sacar más.

Belén: — ¿Tuviste la oportunidad de hablar con Roberto Pettinato después de todo lo que pasó?

Emília: — Sí, tuve la oportunidad. Pero prefiero dejar eso ahí. Prefiero no hablar de eso porque la reflexión que más me llevo de esa experiencia es cómo funcionaba el sistema en ese momento, lo indefenso que estaba a nivel de producción, a quién acudir, cómo acudir. Me parece que esto es más que demonizarlo. Él ya está ahí. Ya hablé. Él no es el problema. Esto definitivamente me dio herramientas para ser más consciente del tipo de estructura que necesitamos o necesitaríamos a esa edad para poder trabajar con soltura. Una estructura que no existía.

Belén: — ¿Cuál ha sido el mayor aprendizaje en tu vida durante estos 35 años?

Emília: — El mayor aprendizaje es no creer que sé demasiado sobre algo.

10 minutos con Emilia Claudevielle


 

abril 11, 2024
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